El crecimiento empresarial no solo lo representa la rentabilidad, sino también la generación de valores
Empresas Exitosas
El éxito de una empresa ocurre si esta logra los objetivos que establecieron para ella sus fundadores o directivos. Aunque en general, se considera exitosa una empresa que produce buenas ganancias de manera sostenida, no necesariamente ese es el objetivo que tenían en mente sus creadores o ejecutivos. Algunas empresas pueden haber sido creadas o adquiridas para servir a los objetivos de otra empresa, aun cuando incurriesen en pérdidas, o pueden haber sido establecidas para que produzcan buenos resultados durante un tiempo relativamente breve y luego desaparecer.
Factores a tener en cuenta a la hora de crear un empresa exitosa:
- Pensar en el cliente: el triunfo es la culminación de un proyecto y este siempre debe tener como principal objetivo la satisfacción de las necesidades (presentes o futuras) de los consumidores. Esto se visualiza en la entrega de factores de aprovechamiento, cuando es consciente la totalidad del equipo de la empresa, desde el director ejecutivo hasta el becario recién contratado –sin importar la jerarquía o posición en el cuadro de mandos– de que los clientes son la base original de la actividad, aunando así todos sus esfuerzos y creando estrategias del buen hacer que brindarán el mejor servicio. De igual manera, está dispuesta a lanzar nuevos productos al mercado, a cambiar para adaptarse al entorno que la acompaña y pensar a largo plazo para preparar con tiempo un camino de fortaleza a seguir. Sabe que su mejor activo son las ideas y que estar a la vanguardia de la competencia exige innovación e investigación para transformarse.
- Asegurar la calidad del producto o servicio: porque tenemos claro que es un factor determinante, capaz de poder influir en el estado de ánimo de las personas y ayudarles a decidir sobre la compra de un producto o servicio. Por el contrario, un producto de mala calidad se estancará y, si hablamos de un servicio, cuando no reúne las condiciones mínimas es rechazado por el usuario, que abrazará cualquier otra propuesta que genere un sentimiento de confianza y garantice los mínimos exigibles que se anuncian y por los que se paga una cantidad concreta. Así pues, conviene probar y reprobar para mejorar siempre las especificaciones de los productos o servicios que se ofertan.
El buen funcionamiento como factor determinante
Es una consigna que habrán de compartir los integrantes para que el modelo establecido funcione; todos los que forman parte de la cadena de suministro pueden fortalecerse y crecer. Es fundamental eliminar cualquier abuso o intolerancia entre los empleados y sus superiores, creando un lugar respetuoso y confortable para trabajar. Si reina un clima de cordialidad, es más fácil dinamizar cada tarea y sacar adelante las obligaciones. Cualquier empresa meritoria reconoce que la principal diferencia competitiva se asienta en su capital humano.
- Compromiso común: integrarse en la sociedad requiere de buenas prácticas y un uso sostenible de los recursos. Se utilizará la energía eficientemente procurando en todo momento la protección del medio ambiente y causar el menor daño al ecosistema. Esto implica una nueva forma de gestionar, que abarca todas las áreas de la empresa. Se han de reducir los costes para aumentar la productividad, así se puede enfrentar con solvencia al mercado. Ajustando precios que se adapten a la situación del mercado en el que operamos, con indicadores que midan el funcionamiento diario de los distintos departamentos, sin perder de vista a la competencia y con un cuidado especial por la salud y seguridad en sus espacios de trabajo e instalaciones.
- Economía certera: la parte económica es el pilar que sostiene la estructura de la empresa; necesariamente, el balance tiene que ser favorable para arrojar cifras en positivo. Ser metódicos en los procesos y conocer las oportunidades para aprovecharlas, lleva a las empresas de éxito a ir un paso más allá. También suma el manejo correcto del flujo de caja efectivo, practicar un mantenimiento preventivo de las herramientas, derivar una parte del presupuesto en formación de los empleados y reinvertir en mejoras a nivel interno: sueldos y capacitación, creación de nuevos puestos de trabajo, incrementar los dividendos o ajustar horario laboral de forma eficiente.
En definitiva, se trata de incorporar las técnicas adecuadas para motivar a todas las partes que confluyen y que reciban unas compensaciones justas sobre todo el trabajo realizado.